Monday, September 19, 2005

DOS DÉCADAS.

Hoy se recuerda el terremoto que sacudió la Ciudad de México en 1985.
En ese entonces tenía 10 años y vivía muy cerca del centro. La colonia Obrera. En mi rumbo no pasó gran cosa: no hubo edificios imitación pan de hojaldre, creo que ni muertos. Sólo recuerdo -para que se rían un poco- que me sorprendió en, ¡¡el baño!! Salí, entonces vivía con mi mamá en un departamento muy pequeño, de planta baja. En el pasillo, el movimiento me empujaba contra la pared. Yo, por supuesto, divertida -¡en serio! Nunca había visto algo así-, salí a la calle. Había mucha gente. Las casas se llenaron de cuarteaduras, las banquetas se desprendieron.
Lo que sí se me quedó grabado, cómo una vecindad a dos o tres casas de donde yo vivía, se iba desgajando: las manos del temblor arrancando la fachada a migajas.
Este mensaje, hoy, desea recordar tanto la muerte que se arrastró por las calles de la ciudad, como los brazos de tanta gente que ayudó a sacar cuerpos de los escombros, en muchos casos vivos.
La bandera a media hasta.

2 comments:

Alejandro Badillo said...

yo tenía siete años e iba a la escuela con mi sisterna. Cómo vivía en un cuarto piso no me pude divertir mucho, la sala parecía invadida por un fenómeno de Poltergeist, luces intermitentes, cuadros moviéndose.

Salud

Judith Castañeda said...

Hola, mi estimado caballero!!!!
Qué feo!!! Te diré, las puertas de mi casa también se movían, las paredes se cuartearon, el piso también, pero me divertí cuando iba por el pasillo, zigzagueando. No sé, tal vez porque nunca había sentido algo así. Luego hubo otro temblor, yo tenía 13 años, allí sí me asusté un poco.
Salud! Y vivan los abstemios.