Una página llena de dibujos, párrafos, colores, imágenes sacadas de periódicos o revistas, puede ser tan firme y causar la misma impresión (o mayor) a la que causaría un grabado en la roca poseedora de dureza mayor a la del diamante; por ello decir feminismo de papel no significa insulto o menosprecio. Al contrario, además puede llegar a un mayor número de personas.
En la exposición de las libretas participantes del concurso “Muestra tu Moleskine”, abierta al público en la librería Profética de la UDLA hasta el 3 de marzo, hay una muestra de este feminismo puesto en trozos de celulosa. La autora, con el seudónimo de “Fémina”, Iliana Galilea Cariño Cepeda; las formas de expresarse, dibujo a colores y a lápiz, palabras, fotografías sacadas de publicidad de los periódicos. En esas páginas forma francesa pasamos de la visión de la mujer en China, con los pies flor de loto dorado, a la descripción de la indumentaria femenina en la cultura islámica, de los anuncios de “soy totalmente palacio” al consejo de escaparse de los cuentos de hadas y ser una mujer que sabe latín –haciendo alusión al libro de ensayos de Rosario Castellanos.
Las cruces azules sembradas en un desierto rosa y café, con nombres masculinos y la leyenda “Sin desearlo, ¿en cuanto tiempo se resolvería? Juárez”, asombran tanto como la publicidad de una tienda que vuelve maniquíes huesudos a cuerpos vivos: Sólo una frase separa a la niña de la mujer: no tengo nada qué ponerme (por favor, ¿no podría ser “No tengo nada que leer?”), El problema no es que me quede bien o mal, sino que ya me lo vieron.
En dos páginas, la libreta nos muestra por un lado varios títulos relacionados con mujeres o escritos por mujeres, caricaturistas, historia de las mujeres en el siglo XII, entre otros, y por otro, haciendo uso de la publicidad de la librería Profética, a una mujer que, sentada en el suelo, lee un libro atentísima. Los nombres de Sor Juana Inés de la Cruz (Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón…), Alfonsina Storni, Virginia Woolf, hacen eco de Rosario Castellanos y su alusión a la mujer que sabe latín, que arrebata la pluma cuando sólo manos masculinas la ejercían, como en la época de la Décima Musa, la que con una inteligencia aguda explora la situación de la mujer que escribe, el caso de Virginia Woolf y su Una habitación propia. Tinta, grafito, colores, nos hacen regresar a la página anterior, mirar, casi sentir cómo se deforman los pies para poder entrar en zapatos que sólo a una muñeca le quedarían cómodos (¿de verdad visión de belleza oriental o una forma de no ir tan lejos?), recordar el humor del libro amarillo de la caricaturista Maitena, “Mujeres alteradas”, tal vez ignorar el nombre masculino en una cruz y poner el de alguna joven conocida que se fue a trabajar a Ciudad Juárez y que no ha regresado ni siquiera en una línea entrecortada del telégrafo, en la bocina del teléfono…
La libreta de “Fémina”, finalista en el concurso “Muestra tu Moleskine”, estará en las instalaciones de Profética de la UDLA, abierta de 9 de la mañana a 6 de la tarde, hasta el 3 de marzo del presente año.
En la exposición de las libretas participantes del concurso “Muestra tu Moleskine”, abierta al público en la librería Profética de la UDLA hasta el 3 de marzo, hay una muestra de este feminismo puesto en trozos de celulosa. La autora, con el seudónimo de “Fémina”, Iliana Galilea Cariño Cepeda; las formas de expresarse, dibujo a colores y a lápiz, palabras, fotografías sacadas de publicidad de los periódicos. En esas páginas forma francesa pasamos de la visión de la mujer en China, con los pies flor de loto dorado, a la descripción de la indumentaria femenina en la cultura islámica, de los anuncios de “soy totalmente palacio” al consejo de escaparse de los cuentos de hadas y ser una mujer que sabe latín –haciendo alusión al libro de ensayos de Rosario Castellanos.
Las cruces azules sembradas en un desierto rosa y café, con nombres masculinos y la leyenda “Sin desearlo, ¿en cuanto tiempo se resolvería? Juárez”, asombran tanto como la publicidad de una tienda que vuelve maniquíes huesudos a cuerpos vivos: Sólo una frase separa a la niña de la mujer: no tengo nada qué ponerme (por favor, ¿no podría ser “No tengo nada que leer?”), El problema no es que me quede bien o mal, sino que ya me lo vieron.
En dos páginas, la libreta nos muestra por un lado varios títulos relacionados con mujeres o escritos por mujeres, caricaturistas, historia de las mujeres en el siglo XII, entre otros, y por otro, haciendo uso de la publicidad de la librería Profética, a una mujer que, sentada en el suelo, lee un libro atentísima. Los nombres de Sor Juana Inés de la Cruz (Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón…), Alfonsina Storni, Virginia Woolf, hacen eco de Rosario Castellanos y su alusión a la mujer que sabe latín, que arrebata la pluma cuando sólo manos masculinas la ejercían, como en la época de la Décima Musa, la que con una inteligencia aguda explora la situación de la mujer que escribe, el caso de Virginia Woolf y su Una habitación propia. Tinta, grafito, colores, nos hacen regresar a la página anterior, mirar, casi sentir cómo se deforman los pies para poder entrar en zapatos que sólo a una muñeca le quedarían cómodos (¿de verdad visión de belleza oriental o una forma de no ir tan lejos?), recordar el humor del libro amarillo de la caricaturista Maitena, “Mujeres alteradas”, tal vez ignorar el nombre masculino en una cruz y poner el de alguna joven conocida que se fue a trabajar a Ciudad Juárez y que no ha regresado ni siquiera en una línea entrecortada del telégrafo, en la bocina del teléfono…
La libreta de “Fémina”, finalista en el concurso “Muestra tu Moleskine”, estará en las instalaciones de Profética de la UDLA, abierta de 9 de la mañana a 6 de la tarde, hasta el 3 de marzo del presente año.
1 comment:
Todo un legado de mujeres que llegaron con sus espiritus a trascender las barreras de sus épocas...
Saludos
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