Harriet Tumban vivía la costa de Maryland, nació esclava y era una de 10 hijos. Era una mujer pequeña, de rostro ancho y con una pañoleta en la cabeza.
En 1849, decide escaparse guiándose únicamente por la Estrella Polar. El camino era por demás peligroso: patrullas armadas a caballo, sabuesos, letreros que anunciaban las recompensas para todo aquél que atrapara a un esclavo en fuga.
Siguiendo a veces la ruta del ferrocarril, logra llegar a la llamada Línea Mason-Dixon, que dividía el estado de Virginia del de Pennsylvania. El Norte del Sur. Sin un penny (centavo) en el bolsillo, "una extraña en una tierra extraña" -recordaría después Harriet- se propone una misión descabellada: rescatar y conducir hacia Canadá al mayor número posible de esclavos en busca de su libertad.
Nunca perdió un pasajero del llamado Tren Subterráneo, que, ni era tren, ni tampoco subterráneo. Era una ruta clandestina, por donde transitaban estas caravanas organizadas por Harriet, a quien se le conoció con el sobrenombre de Moisés.
Encontró trabajo en Filadelfia y ahorró cada centavo que ganaba. Su libertad no fue suficiente. Regresó al menos en 15 ocasiones al Sur, en busca de pasajeros para su tren, arriesgándose a que la capturaran los cazadores de esclavos. El precio por su cabeza era de 40 mil dólares, cifra enorme para esa época.
Se calcula que fueron más de 300 fugitivos, incluida su propia familia, que logró llevar a la Tierra de Canaan, como se le llamaba a Canadá. Durante el tiempo del Tren Subterráneo -hasta la Guerra Civil- fueron miles los que lograron llegar a los estados norteños y Canadá, pero hubo otros destinos y entre éstos estaba el norte de México -en Coahuila existe actualmente un pueblo con descendientes de esos antiguos esclavos.
Harriet Beecher Stowe ha nacido el 14 de junio de 1811 en Lichtchfield en el Connecticut. A pesar de una formación puritana-su padre era pastor de una congregación por la tradición de Jonathan Edwards y sus seis hermanos deberán seguir esa vía- su vía no es ni pura ni religiosa. La fe protestante juega sin embargo un papel importantísimo en su vida.
Se casa en 1835 con Calvin Stowe, pastor y profesor de literatura bíblica. En 1849, ve morir de cólera su sexto hijo, lo que la sume en un profundo dolor. La ley de 1850, que obligaba a denunciar los esclavos, incluso en los de Estados Libres ya, obligaba todas las personas a venir a denunciarlos a las autoridades, inspirará a Harriet Beecher Stowe un libro entregado por capítulos que empieza a aparecer en 1851, en el "The National Era": La cabaña del tio Tom o la vida de los humildes (Uncle Tom's Cabin). Esta obra provoca contra reveses apasionados que tuvieron una influencia determinante sobre la guerra civil. Traducido en treinta y dos lenguas, se jugó en el teatro hasta 1930. Publica después una segunda parte en 1856: Dred, historia de una gran marisma maldita.
El éxito de Sra. Stowe se debe más la actualidad del tema en esa época que a su forma literaria: el problema de la esclavitud era un tema que dividía profundamente América de aquellos momentos.
Cuentan que mientras millares de vidas se perdían en los campos de batalla de Estados Unidos durante la Guerra de Secesión que entre 1861 y 1865 enfrentó a los estados esclavistas del Sur con los abolicionistas del Norte, el presidente Abraham Lincoln mantuvo una entrevista con la esposa de un predicador llamado Calvin Stowe. Antes de empezar a charlar el político miró risueñamente a la mujer y dijo: «De modo que es usted la mujercita que ha provocado el estallido de esta guerra...». La anécdota, seguramente apócrifa, sirve para indicar sin exageración alguna la fama y el impacto que había provocado en la sociedad norteamericana un libro firmado por la señora en cuestión: Harriet Beecher Stowe. Su título era La cabaña del tío Tom.El éxito fue innegable, pues la aceptación por el público fue masiva, consiguiendo ser uno de los libros mas vendidos en el siglo XIX.
Sin embargo, aquellos años no resultaron fáciles para Harriet Beecher Stowe. La muerte de sus cuatro hijos, la tardanza de Lincoln por proclamar la emancipación de los esclavos en todo el país, y el levantamiento de los nacionalistas del sur, que deseaban conservar sus privilegios sobre la esclavitud. A pesar de ello, la escritora no dejó de trabajar incansablemente. Entre 1862 y 1884 Harriet escribió un libro por año aproximadamente con un éxito más que regular. Después de su muerte, en 1896, vendrían las críticas a La cabaña del tío Tom, en ocasiones muy duras. En primer lugar se censuró su carácter acentuadamente cristiano que llegaba al punto de convertir al tío Tom en mártir que perdona a su asesino. Si tal énfasis había obtenido gran apoyo en 1852, a finales del siglo XIX los personajes y el tono de la novela eran tachados de insoportablemente santurrones.
El libro narra las vicisitudes de un esclavo llamado Tom, quien pasa de unos amos a otros. Además del personaje central (Tom), a su alrededor se mueven otros con sus historias respectivas. Historias realmente conmovedoras llenas de críticas hacia el pensamiento esclavista de la época, con opiniones muy personales de la autora al respecto.
La cabaña del Tio Tom es una obra con estilo coloquio, con enorme fuerza. Es como un púlpito para su autora. En ella la religiosidad es un apoyo constante contra la esclavitud. Una obra que habla acerca de la esclavitud, de cómo eran tratados los negros y de hombres sin escrúpulos que no sentían el más mínimo sentimiento hacia ellos. También contiene religiosidad ya que la mayoría de los personajes se apoyan del cristianismo para sobre llevar todos sus problemas y tristezas.
En 1849, decide escaparse guiándose únicamente por la Estrella Polar. El camino era por demás peligroso: patrullas armadas a caballo, sabuesos, letreros que anunciaban las recompensas para todo aquél que atrapara a un esclavo en fuga.
Siguiendo a veces la ruta del ferrocarril, logra llegar a la llamada Línea Mason-Dixon, que dividía el estado de Virginia del de Pennsylvania. El Norte del Sur. Sin un penny (centavo) en el bolsillo, "una extraña en una tierra extraña" -recordaría después Harriet- se propone una misión descabellada: rescatar y conducir hacia Canadá al mayor número posible de esclavos en busca de su libertad.
Nunca perdió un pasajero del llamado Tren Subterráneo, que, ni era tren, ni tampoco subterráneo. Era una ruta clandestina, por donde transitaban estas caravanas organizadas por Harriet, a quien se le conoció con el sobrenombre de Moisés.
Encontró trabajo en Filadelfia y ahorró cada centavo que ganaba. Su libertad no fue suficiente. Regresó al menos en 15 ocasiones al Sur, en busca de pasajeros para su tren, arriesgándose a que la capturaran los cazadores de esclavos. El precio por su cabeza era de 40 mil dólares, cifra enorme para esa época.
Se calcula que fueron más de 300 fugitivos, incluida su propia familia, que logró llevar a la Tierra de Canaan, como se le llamaba a Canadá. Durante el tiempo del Tren Subterráneo -hasta la Guerra Civil- fueron miles los que lograron llegar a los estados norteños y Canadá, pero hubo otros destinos y entre éstos estaba el norte de México -en Coahuila existe actualmente un pueblo con descendientes de esos antiguos esclavos.
Harriet Beecher Stowe ha nacido el 14 de junio de 1811 en Lichtchfield en el Connecticut. A pesar de una formación puritana-su padre era pastor de una congregación por la tradición de Jonathan Edwards y sus seis hermanos deberán seguir esa vía- su vía no es ni pura ni religiosa. La fe protestante juega sin embargo un papel importantísimo en su vida.
Se casa en 1835 con Calvin Stowe, pastor y profesor de literatura bíblica. En 1849, ve morir de cólera su sexto hijo, lo que la sume en un profundo dolor. La ley de 1850, que obligaba a denunciar los esclavos, incluso en los de Estados Libres ya, obligaba todas las personas a venir a denunciarlos a las autoridades, inspirará a Harriet Beecher Stowe un libro entregado por capítulos que empieza a aparecer en 1851, en el "The National Era": La cabaña del tio Tom o la vida de los humildes (Uncle Tom's Cabin). Esta obra provoca contra reveses apasionados que tuvieron una influencia determinante sobre la guerra civil. Traducido en treinta y dos lenguas, se jugó en el teatro hasta 1930. Publica después una segunda parte en 1856: Dred, historia de una gran marisma maldita.
El éxito de Sra. Stowe se debe más la actualidad del tema en esa época que a su forma literaria: el problema de la esclavitud era un tema que dividía profundamente América de aquellos momentos.
Cuentan que mientras millares de vidas se perdían en los campos de batalla de Estados Unidos durante la Guerra de Secesión que entre 1861 y 1865 enfrentó a los estados esclavistas del Sur con los abolicionistas del Norte, el presidente Abraham Lincoln mantuvo una entrevista con la esposa de un predicador llamado Calvin Stowe. Antes de empezar a charlar el político miró risueñamente a la mujer y dijo: «De modo que es usted la mujercita que ha provocado el estallido de esta guerra...». La anécdota, seguramente apócrifa, sirve para indicar sin exageración alguna la fama y el impacto que había provocado en la sociedad norteamericana un libro firmado por la señora en cuestión: Harriet Beecher Stowe. Su título era La cabaña del tío Tom.El éxito fue innegable, pues la aceptación por el público fue masiva, consiguiendo ser uno de los libros mas vendidos en el siglo XIX.
Sin embargo, aquellos años no resultaron fáciles para Harriet Beecher Stowe. La muerte de sus cuatro hijos, la tardanza de Lincoln por proclamar la emancipación de los esclavos en todo el país, y el levantamiento de los nacionalistas del sur, que deseaban conservar sus privilegios sobre la esclavitud. A pesar de ello, la escritora no dejó de trabajar incansablemente. Entre 1862 y 1884 Harriet escribió un libro por año aproximadamente con un éxito más que regular. Después de su muerte, en 1896, vendrían las críticas a La cabaña del tío Tom, en ocasiones muy duras. En primer lugar se censuró su carácter acentuadamente cristiano que llegaba al punto de convertir al tío Tom en mártir que perdona a su asesino. Si tal énfasis había obtenido gran apoyo en 1852, a finales del siglo XIX los personajes y el tono de la novela eran tachados de insoportablemente santurrones.
El libro narra las vicisitudes de un esclavo llamado Tom, quien pasa de unos amos a otros. Además del personaje central (Tom), a su alrededor se mueven otros con sus historias respectivas. Historias realmente conmovedoras llenas de críticas hacia el pensamiento esclavista de la época, con opiniones muy personales de la autora al respecto.
La cabaña del Tio Tom es una obra con estilo coloquio, con enorme fuerza. Es como un púlpito para su autora. En ella la religiosidad es un apoyo constante contra la esclavitud. Una obra que habla acerca de la esclavitud, de cómo eran tratados los negros y de hombres sin escrúpulos que no sentían el más mínimo sentimiento hacia ellos. También contiene religiosidad ya que la mayoría de los personajes se apoyan del cristianismo para sobre llevar todos sus problemas y tristezas.
1 comment:
Buena entrada.
¿Se dice "se jugó en el teatro" en México?
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