Una protesta frente al Congreso del Estado de Puebla; la calle 5 Poniente casi a la altura de la 3 Sur, en el Centro Histórico, cerrada por un buen rato, como de costumbre cuando se le exige algo a las autoridades. Soluciones drásticas. Hombres de sombrero y una camioneta del Ayuntamiento 2005–2008 de Huehuetlán el Grande. Y no podían faltar los curiosos rodeando al grupo –me declaro culpable–, los uniformados de café hablando por radio. La figura central, un burro blanco con el letrero: “Señores diputados, soy Leandro Barrales Mega, presidente municipal de Huehuetlán el Grande. Por favor no me destituyan, nada más me robé 26,000,000 (millones)” pegado en los flancos, un costal atado por detrás. Signos de pesos rojos rodeando el nombre del político. Alrededor del burro, los hombres hablaban sobre la corrupción del presidente municipal. A un lado, un auto rojo saliendo del estacionamiento, lo que ocasionó el nerviosismo y los rebuznos del animal, la dificultad para regresarlo a la calma, y un retroceder de los curiosos, entre ellos una servidora –no fuera a ser que se soltara tirando patadas.
Y bueno, lo que fue una protesta para los del municipio de Huehuetlán el Grande, para un niño de aproximadamente tres años fue un momento de montar en burro. Para los fotógrafos de los periódicos, una foto curiosa. Uno de ellos, desaprovechada la primera oportunidad, pidió subir una vez más al niño, “¡para la foto!” El padre, obediente, accedió. Un comentario entre los reporteros, “el burrito va a ser famoso”.
Desde las puertas del Congreso una voz que accedía a recibir a la delegación. Un hombre vestido de negro, muy parecido al “Rey del tomate”, entró, y yo abandoné la escena. Alcancé a ver que ataban al burro a la parte posterior de la camioneta de Huehuetlán.
Y bueno, lo que fue una protesta para los del municipio de Huehuetlán el Grande, para un niño de aproximadamente tres años fue un momento de montar en burro. Para los fotógrafos de los periódicos, una foto curiosa. Uno de ellos, desaprovechada la primera oportunidad, pidió subir una vez más al niño, “¡para la foto!” El padre, obediente, accedió. Un comentario entre los reporteros, “el burrito va a ser famoso”.
Desde las puertas del Congreso una voz que accedía a recibir a la delegación. Un hombre vestido de negro, muy parecido al “Rey del tomate”, entró, y yo abandoné la escena. Alcancé a ver que ataban al burro a la parte posterior de la camioneta de Huehuetlán.
Un rato más tarde, desde las ventanas de conocido bar en contraesquina de la Catedral, donde se exhiben fotografías de la ciudad en dos momentos distanciados por décadas, vi al grupo inconforme, que pasó caminando detrás de la camioneta, del burrito guiado por uno de los hombres. Doblaron en la 16 de septiembre y se perdieron.
A estas horas, la foto del burro con su letrero habrá aparecido en los periódicos. Y sí, muy probablemente será famoso.
Seguiremos informando.
A estas horas, la foto del burro con su letrero habrá aparecido en los periódicos. Y sí, muy probablemente será famoso.
Seguiremos informando.
2 comments:
Mis informantes me indican que eran de Huehuetlán el grande. Del burro no se sabe su nacionalidad. Saludos
Buen punto, mi estimado. A lo mejor, al buen estilo mexicano, era un acarreado de algún municipio vecino a Huehuetlán el grande...
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