A casi un año de la terrible noticia de su fallecimiento tan repentino, empiezan los homenajes en torno al excelente maestro y escritor poblano–tlaxcalteca Alejandro Meneses, autor de Días extraños, Ángela y los ciegos, Vidas lejanas, del póstumo Tan lejos, tan cerca, y de las recopilaciones Casa vacía y Noche adentro.
Ayer, 30 de mayo, se le dedicó un pequeño homenaje en el marco de la Feria del Libro, en el edificio Carolino de la Universidad Autónoma de Puebla. El evento, que incialmente sería precidido por el poeta Julio Eutiquio Sarabia y el director del diario Síntesis, Mariano Morales Corona, ambos amigos de Alejandro, tuvo como presentadores a Óscar López, de Radio–BUAP, y a Carlos Contreras, director de Fomento Editorial de la Universidad Autónoma de Puebla. En este evento se hizo entrega de un reconocimiento a Mariana Elena Cuautle –no María Elena, como lo dijo el señor Contreras–, madre de Alejandro. Pautado para las seis de la tarde, comenzó aproximadamente a las seis con veinte minutos. Después de una lectura por parte de Oscar, de un texto de Mariano Morales, quien por cuestiones de trabajo no pudo asistir al homenaje, y del director de Fomento Editorial, se le entregó una placa a la señora Malena, como muchos la conocemos.
En mi opinión el homenaje fue pequeño no sólo en cuestión de tiempo, pues no duró arriba de veinte minutos o media hora, sino también en la importancia que se debe otorgar a cualquier evento. Esto lo digo recordando el texto leído por Carlos Contreras, el director de Fomento Editorial de la Universidad Autónoma de Puebla. Desde un inicio me parecieron conocidas frases como “Autodidacta asombroso, fue muy buen traductor del inglés sin haber nunca visitado ningún país angloparlante... Aprendió el idioma oyendo rock, viendo películas y leyendo a los clásicos estadounidenses en su lengua... Melómano de corazón y de talante bailador...”
Después de despedirme de la señora Malena, de Alejandro Badillo y Maribel Cacique, alumnos aventajados en los talleres de cuento a cargo de Meneses, y de Abigail, busqué los números que el suplemento cultural del periódico Síntesis, Catedral, publicó después de hacerse público el fallecimiento de Meneses, con fechas de 9 y 16 de julio del 2005, números 671 y 672.
Curiosamente, en el 671, firmado con (JLBA), aparecen la mayor parte de los párrafos leídos por Contreras, quien nunca señaló al autor. Incluso en una de las solapas de la recopilación Noche adentro, hay un texto que se refiere al autodidacta y traductor del inglés, al talante bailador, y está firmado por José Luis Benítez Armas –nombre que corresponde a las iniciales en el suplemento Catedral.
Lo anterior, aunado al comentario que me hizo un asistente –antes de entrar, escuchó decir al director de Fomento Editorial, poco más o menos “ahorita te lo reviso, nada más déjame echar una firmita”–, me habla del carácter de “relleno”con que los organizadores trataron el homenaje. De la escasa importancia que para ellos tuvo.
Señores, un autor que dio tanto a la literatura, un amigo y maestro como Alejandro Meneses, merece ser recordado con eventos serios y también con la difusión de su obra. Sus libros se sacan a la venta prácticamente en la Feria del Libro –a $15; cómprenlos, de veras son excelentes–. Me aventuro a decir que casi nadie los va a buscar hasta la editorial, cuya entrada está a un costado de la farmacia universitaria Alexander Fleming de la 2 norte, entre 14 y 16 oriente. Deberían preocuparse más por la distribución de los que pertenecen a Fomento Editorial de la UAP, Días extraños de 1987, la recopilación Noche adentro del 2005, y la antología de cuentos de Lolitas De párvulas bocas –coedición con Siena Editores– del mismo año, en la que Alejandro participó con el cuento “La bella vida” –incluido posteriormente en Tan lejos, tan cerca–, los tres de Colección Asteriscos.
Estaremos atentos ahora que se acerca el cuatro de julio, primer aniversario de la muerte de Alejandro Meneses, el maestro, el autor, el amigo, cuyo hueco nadie puede ni podrá llenar.
Ayer, 30 de mayo, se le dedicó un pequeño homenaje en el marco de la Feria del Libro, en el edificio Carolino de la Universidad Autónoma de Puebla. El evento, que incialmente sería precidido por el poeta Julio Eutiquio Sarabia y el director del diario Síntesis, Mariano Morales Corona, ambos amigos de Alejandro, tuvo como presentadores a Óscar López, de Radio–BUAP, y a Carlos Contreras, director de Fomento Editorial de la Universidad Autónoma de Puebla. En este evento se hizo entrega de un reconocimiento a Mariana Elena Cuautle –no María Elena, como lo dijo el señor Contreras–, madre de Alejandro. Pautado para las seis de la tarde, comenzó aproximadamente a las seis con veinte minutos. Después de una lectura por parte de Oscar, de un texto de Mariano Morales, quien por cuestiones de trabajo no pudo asistir al homenaje, y del director de Fomento Editorial, se le entregó una placa a la señora Malena, como muchos la conocemos.
En mi opinión el homenaje fue pequeño no sólo en cuestión de tiempo, pues no duró arriba de veinte minutos o media hora, sino también en la importancia que se debe otorgar a cualquier evento. Esto lo digo recordando el texto leído por Carlos Contreras, el director de Fomento Editorial de la Universidad Autónoma de Puebla. Desde un inicio me parecieron conocidas frases como “Autodidacta asombroso, fue muy buen traductor del inglés sin haber nunca visitado ningún país angloparlante... Aprendió el idioma oyendo rock, viendo películas y leyendo a los clásicos estadounidenses en su lengua... Melómano de corazón y de talante bailador...”
Después de despedirme de la señora Malena, de Alejandro Badillo y Maribel Cacique, alumnos aventajados en los talleres de cuento a cargo de Meneses, y de Abigail, busqué los números que el suplemento cultural del periódico Síntesis, Catedral, publicó después de hacerse público el fallecimiento de Meneses, con fechas de 9 y 16 de julio del 2005, números 671 y 672.
Curiosamente, en el 671, firmado con (JLBA), aparecen la mayor parte de los párrafos leídos por Contreras, quien nunca señaló al autor. Incluso en una de las solapas de la recopilación Noche adentro, hay un texto que se refiere al autodidacta y traductor del inglés, al talante bailador, y está firmado por José Luis Benítez Armas –nombre que corresponde a las iniciales en el suplemento Catedral.
Lo anterior, aunado al comentario que me hizo un asistente –antes de entrar, escuchó decir al director de Fomento Editorial, poco más o menos “ahorita te lo reviso, nada más déjame echar una firmita”–, me habla del carácter de “relleno”con que los organizadores trataron el homenaje. De la escasa importancia que para ellos tuvo.
Señores, un autor que dio tanto a la literatura, un amigo y maestro como Alejandro Meneses, merece ser recordado con eventos serios y también con la difusión de su obra. Sus libros se sacan a la venta prácticamente en la Feria del Libro –a $15; cómprenlos, de veras son excelentes–. Me aventuro a decir que casi nadie los va a buscar hasta la editorial, cuya entrada está a un costado de la farmacia universitaria Alexander Fleming de la 2 norte, entre 14 y 16 oriente. Deberían preocuparse más por la distribución de los que pertenecen a Fomento Editorial de la UAP, Días extraños de 1987, la recopilación Noche adentro del 2005, y la antología de cuentos de Lolitas De párvulas bocas –coedición con Siena Editores– del mismo año, en la que Alejandro participó con el cuento “La bella vida” –incluido posteriormente en Tan lejos, tan cerca–, los tres de Colección Asteriscos.
Estaremos atentos ahora que se acerca el cuatro de julio, primer aniversario de la muerte de Alejandro Meneses, el maestro, el autor, el amigo, cuyo hueco nadie puede ni podrá llenar.
6 comments:
Así es, puro relleno. Veremos que pasa con la colección que saca fomento editorial. Salud.
Salud, mi estimado...
Empieza la cuenta regresiva hasta elcuatro de julio, y no por la independencia de los gringos, je.
Me entero de la terrible noticia de la muerte de Alejandro.
Les mando un abrazo grande y muy especialmente a Mariano Morales y su banda.
Desde el azul de sur (Baires),
José Antonio Cedrón
cedronjota@yahoo.com.mx
Yo también extraño a mi tío Meneses, era un maestro verdadero :)
Bueno, yo conocí a Alejandro Meneses por una recopilación sobre Lolitas, convocada por el, como decirlo?, bueno, por el chamo Abascal. En fin, un texto olvidable, pero que me hizo querer leer más sobre la obra de Alejandro Meneses. En esa misma recopilación destaca el cuento de Mariano Morales, ojalá que hubiera más escritores mexicanos que escribieran así, y no sólo sobre pedas en los Sapos, o delimitados por cuasi lírica del TRI.
Mi buen tío Alejandro lastima que escriben que nació en Tlaxcala es una vil mentira el es 100% Poblano yo no se de donde sacaron eso. Buen escritor y buen padre. Mi prima ha de estar orgullosa de el. : )
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